El PJ provincial logró definir su frente de cara a las legislativas de septiembre, con el objetivo de plantar cara a La Libertad Avanza.
El peronismo bonaerense selló el acuerdo de unidad para conformar un frente electoral bajo el nombre “Fuerza Patria”, con el objetivo de enfrentar a la alianza entre La Libertad Avanza y el PRO durante las elecciones legislativas del 7 de septiembre en la Provincia de Buenos Aires.
Máximo Kirchner, Axel Kicillof y Sergio Massa firmaron el pacto que constituye el espacio con el que el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), el Frente Renovador, La Cámpora y otros aliados competirán en los comicios.
En el encuentro, los referentes de cada espacio estuvieron acompañados por sus apoderados para la rúbrica del acuerdo electoral: Agustina Vila y Mariano Cascallares por el MDF; Patricia García Blanco y Facundo Tignanelli por el PJ bonaerense; y Eduardo Cergnul junto a Sebastián Galmarini por el partido liderado por el ex ministro de Economía, entre otros representantes de las fuerzas que conforman la alianza.
Uno de los puntos de mayor fricción en la disputa interna tuvo que ver con el calendario electoral, ya que el sector más cercano a Cristina Kirchner asegura que el desdoblamiento impulsado por el gobernador fue un error estratégico, mientras que en el entorno de Kicillof defienden la decisión como una forma de proteger la identidad provincial.
A esta puja por la definición de la estrategia, se sumó la reciente condena contra Cristina en la causa Vialidad, que la dejó con prisión domiciliaria e inhabilitada para ejercer cargos públicos. El fallo no solo impactó en la figura de la expresidenta, sino que reconfiguró el equilibrio de poder interno.
Si bien algunos afirman que eso hizo crecer las figuras de Massa y Máximo Kirchner, desde La Plata aseguran que conservan el predominio de la “lapicera” del armado de listas a nivel provincial, mientras que el kirchnerismo y el massismo tendrían mayor incidencia en el esquema nacional.
Para blindar el proceso, el PJ bonaerense implementará un mecanismo de “apoderados cruzados” entre las distintas fuerzas, con el fin de garantizar controles internos y evitar maniobras en la presentación de listas.
Las especulaciones apuntan a que el tramo más complejo de las negociaciones serán los cierres a nivel municipal, mientras que el armado provincial y nacional aparece como menos conflictivo.
Tras esta alianza signada por las urgencias electorales, la verdadera prueba llegará el 19 de julio con el cierre de listas, donde los referentes deberán ponerse de acuerdo junto con los intendentes del Conurbano, un sector clave del armado provincial.